El cooperativismo no es un movimiento político pero sus asociados, sus empleados, sus directivos y los políticos conocidos, hacen política para poner a funcionar administrativa y económicamente las empresas de carácter social que hacen parte del cooperativismo.

Para este análisis vamos a partir de lo expresa Antonio Gramsci, filósofo, político, teorico marxista, y periodista italiano. Escribió sobre teoría política, sociología, antropología y lingüística “todos los hombres son intelectuales”, porque la intelectualidad es una de las facultades del hombre como operación mental. En otras palabras, lo político es una condición que se construye a partir del contacto social. Aunque no todos participan en la sociedad como intelectuales con la función social de hacer política, pero si todos de una u otra manera nos relacionamos, tomamos decisiones y actuamos políticamente, incidiendo en el rumbo social.

Por política entendemos la actividad exclusiva de un grupo profesional, reducido de la sociedad. En términos teóricos e históricos, esta actividad nació en los siglos XVII Y XVIII en Europa con todos los acontecimientos de la revolución burguesa en Francia.

Sobre estos conceptos ideológicos se masificó una idea de estado (comunidad humana, que habita un territorio determinado, reclamando con éxito para si el monopolio del poder y legitimando al gobernante, quien se encargaría de los asuntos públicos, de hacer política y de todos los asuntos de interés publico en aras de salvaguardar la vida y la propiedad de los ciudadanos.

En ese sentido, la política fue entendida como la actividad exclusiva de los funcionarios del gobierno y de aquellos que aspiraran a renovarlo, según lo establecieran las leyes. Política significara, la aspiración a participar en el poder o a influir en la distribución del poder entre los distintos estados o, dentro de un mismo estado, entre los distintos grupos de hombres que lo componen…

Quien hace pólitica aspira al poder; al poder como medio para la consecusión de otros fines (idealistas o egoístas) o al poder “por el poder”, para gozar del sentimiento de prestigio que el confiere. En términos abstractos y retoricos el pensamiento político ilustrado y liberal que sirvió de fundamento a la construcción de ese concepto de política parece no tener “poros” o vetas cuestionables.

En el nivel discursivo, la política, o mejor dicho, se hace política para alcanzar el “bien común”, o por lo menos, salvaguardarlo. Es decir, se participa en política pensando en el “bienestar de la comunidad” o sea la esencia del estado.

Con los anteriores planteamientos se espera que todos los que hacen parte del cooperativismo en sus diferentes ordenes, identifiquen al político y con que política se va a participar.

Toda política se construye sobre bases ideológicas y doctrinarias y ya sabemos que el cooperativismo tiene muy claro desde su nacimiento cuales son sus bases políticas. Se participa con conciencia política o con una conciencia política falsa.

La política de la cooperación parte de su esencia: “ayuda mutua” y de lo sustancial que son los principios y valores. Sobre estas bases es sobre las cuales se hacen las normas: las leyes. En este capitulo a quedado muy claro su contenido, lo que ocurre es que ante el pragmatismo de algunos políticos, de algunos gobernantes y de muchos funcionarios que participan en el gobierno, al no conocer la doctrina cooperativa, quieren socavar y marchitar los derechos legales adquiridos.

El cooperativismo no es un movimiento político pero sus asociados, sus empleados, sus directivos y los políticos conocidos, hacen política para poner a funcionar administrativa y económicamente las empresas de carácter social que hacen parte del cooperativismo.